Un adolescente de 17 años asesinó a sus padres y a su hermano menor este domingo en su vivienda familiar en Paderno Dunagno, una localidad cerca de Milán, al norte de Italia.
“No hay un verdadero motivo por el que los maté”, declaró el joven durante el interrogatorio al que fue sometido 12 horas después de los hechos y en el que confesó haber acuchillado a sus familiares.
Según su testimonio, el adolescente cogió un cuchillo de la cocina en la madrugada del domingo, mientras todos dormían: primero mató a su hermano de 12 años y después a sus padres.
Luego, llamó al número de emergencia asegurando que había apuñalado a su padre después de que el progenitor hubiera matado a su madre y hermano, aunque durante el interrogatorio policial cambió la versión y confesó el crimen.
En la confesión, el menor reveló que sentía un “cuerpo extraño” dentro de la familia, que le “oprimía” y pensó que con la muerte de todos se habría “liberado de esta molestia”.
Sin embargo, “me di cuenta un minuto después de que matándolos no me liberaría”, sostuvo.
Según las mismas fuentes, se trató de un interrogatorio largo y complicado, que se interrumpió en varias ocasiones por el llanto del asesino confeso.
El teléfono con el que llamó al servicio de emergencias y el cuchillo han sido recogidos como pruebas para la investigación del asesinato.
El día anterior al crimen, en la tarde del sábado, la familia celebró el 51 cumpleaños del padre junto con los abuelos maternos y la abuela paterna, que aseguró que durante la celebración todo había sido “normal”.
“No pasó nada particular el sábado de tarde. Pero pensaba en ello desde hace tiempo, era una cosa que incubaba”, declaró el detenido.
El joven no tenía ningún problema aparente, ni en casa ni con sus amigos, pero él sentía que “no tenía una verdadera conversación con nadie” y que nadie le comprendía, explicó a la policía.
De acuerdo a los investigadores, el adolescente parece ser más inteligente que la media y su confesión parece auténtica. (I)