Una inspección en un chifa del cantón Milagro, en Guayas, llevó a detectar carne de animales protegidos.
El inédito hallazgo lo realizaron técnicos de la Agencia Nacional de Regulación, Control y Vigilancia Sanitaria (Arcsa).
Dentro del área de cocina se encontró carnes de especies protegidas en congelación, presuntamente para preparación de los platillos.
Allí estaban caballitos de mar, anguilas y aves espátula rosada congelados en uno de los refrigeradores de este restaurante.
Una de esas especies que ha llamado la atención es la espátula rosada, un ave que tiene un pico similar a un pato. En una foto que compartió Arcsa, al menos, se ve tres espátulas rosadas.
Esta ave se encuentra por temporadas en el cantón Salinas, en la provincia de Santa Elena. Este cantón ubicado al pie del mar, con piscinas de sal, registra unas 135 especies de aves que llegan del norte y sur del continente.
Gran parte de esas especies se han detectado en las piscinas de sal de Mar Bravo. Unas son aves migratorias playeras que se reproducen en Alaska y Canadá, mientras que otras tienen su hábitat en el sitio.
A la espátula rosada se la conoce también como sibiya. Es un ave grande que mide unos 71 cm. Tiene un pico largo, chato, que se expande y redondea en la punta.
Su plumaje es casi totalmente rosado. Los ejemplares inmaduros son blancos con tintes rosados.
Según datos del Municipio de Salinas, como los flamengos y corocoras, el color de su plumaje viene de las ricas fuentes de pigmentos carotenoides que se encuentran en los invertebrados que consumen.
Los aficionados a la observación de aves suelen visitar Salinas para ver esta ave en su hábitat natural.
La espátula rosada generalmente habita en pantanos costeros, lagunas, marismas, cayos de manglares.
Se conoce que buscan su alimento en aguas poco profundas de fondo fangoso, tanto en agua dulce y salada como en estanques generados por la marea. También en lagunas costeras y pantanos interiores extensos.
Esta ave también se ha identificado con movimientos estacionales regulares entre Florida y Cuba. Después de la temporada de reproducción, unos pocos ejemplares, en su mayoría inmaduros, pueden desviarse hacia el norte y tierra adentro. En ocasiones aisladas se desvían hacia el sudoeste desde el oeste de México, según el portal de Audubon.org.
A nivel nacional, Arcsa lleva clausurados unos 197 clausurados a nivel nacional por no cumplir con las normativas y por no operar con las condiciones adecuadas.
Las clausuras duran por lo general 10 días hasta que el propietario regularice la situación. Luego se realiza otra inspección. (I)