Para salir de la crisis que atraviesa Ecuador en el sector eléctrico se pueden aprovechar varias fuentes de generación, entre ellas, la energía geotérmica; sin embargo, antes de pensar en cualquier medida, según expertos, se debe considerar que es costosa y no se tiene experiencia, sería a largo plazo, pero antes de todo se “tiene que cortar el desangre” en este campo estratégico.
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En la actualidad, el 72 % de la matriz energética depende de la hidrología y para salir de esta crisis energética a mediano o largo plazo, “Ecuador tiene un potencial increíble en geotermia, enorme, y esa es una energía renovable y estable, con esa se van a reemplazar todas las térmicas de diésel y de gas, porque esa va a estar todo el tiempo, pero tenemos que empezar ya para tenerla en cinco años”, dijo el ministro de Energía y Minas, Antonio Goncalves.
El consultor energético Jorge Luis Hidalgo señala que se pueden aprovechar otras fuentes de generación, eólica, termoeléctrica con gas natural nacional, sin dejar de lado la hidráulica, porque en el país se tienen ríos para crecer todavía por lo menos 20 veces más en hidroelectricidad. “Esto se llama management energético, todo el mundo lo gestiona, todo el mundo lo maneja, todo el mundo sabe que en Ecuador en época de estiaje necesita un complemento de otras alternativas”, asegura.
Por su parte, el docente e investigador de la Facultad de Ingeniería en Electricidad y Computación (FIEC) de la Escuela Superior Politécnica del Litoral (Espol) Iván Endara señala que se ha hablado mucho de la energía geotérmica, sin embargo, esta tecnología es más costosa en su inversión comparada con la hidráulica y térmica a diésel o gas. A la vez que en el país no se tiene la experiencia de su instalación, por lo que el proceso de contratación, estudios e implementación deberán tomar aún unos años.
Asimismo, indica que otra tecnología de remarcada importancia mundial, incluso en países del primer mundo, es la producción geotérmica a gas, en la que plantas de ciclo combinado podrían producir grandes cantidades de energía dependiendo de un combustible relativamente barato. Cita como ejemplo que en Ecuador se tiene Termogás Machala, que es la principal generadora térmica del país y su funcionamiento es mediante la quema de gas.
Sin embargo, cree que es importante considerar que el país requiere optimizar, mejorar y aumentar su explotación en campos de gas, como por ejemplo el campo Amistad, ya que, si se mantiene la línea actual, el gas disponible en el país no sería suficiente para nuevas plantas y podría llevar a una escasez y al incremento en la importación desde otros países, nuevamente, aumentando el costo del combustible.
A estas alternativas suma las energías solar-fotovoltaica y la eólica, puesto que podrían ser un apoyo al momento de buscar un ahorro en el uso del agua en las hidroeléctricas, y por lo tanto, un beneficio al momento de presentarse estiajes pronunciados sin tener, por tanto, que desconectar cargas en el país por largos periodos.
Añade que es importante tener en consideración que el potencial eólico para grandes generadoras es limitado, no obstante, es posible construir minicentrales eólicas emplazadas en varias locaciones (en lugar de tener limitadas generadoras de gran capacidad como Villonaco).
También dice que el recurso solar en nuestro país es incluso mayor que aquellos en la Unión Europea (UE), en donde han apostado grandes inversiones a este recurso, lo cual puede ser una métrica bastante clara de cuán atractivo es el país para estas inversiones y el beneficio al momento del ahorro energético que pueden significar.
Sin embargo, Hidalgo indica que “el país tiene que cortar el desangre lo más posible” y a partir de controlar el desastre tiene que enfocarse, por ejemplo, en el campo Amistad para levantar la producción nacional de gas, más termoeléctricas con gas natural, planes energéticos empresariales. “Hay varias cosas que hacer, todo a su tiempo, pero lo primero, para hacer todo eso, más generación, más transmisión y más distribución, se necesita más inversión y para esto se requieren recursos, entonces lo primero que hay que hacer es controlar ese desangre”.
El analista energético Fernando Salinas sostiene que el servicio de energía eléctrica es vital para el desarrollo del país, por lo tanto debe ser repensado para que sus infraestructuras sean resilientes, que cuando existan problemas como sequías, riesgos de carácter antrópico o no antrópico puedan seguir dotando el servicio sin interrupciones. Además, que se requiere redefinir y rediseñar el sistema eléctrico actual, “otra reforma legal y regulatorias son necesarias”. (I)
