Cada cierto tiempo, aparecen en nuestro querido suelo patrio partidarios de acciones perjudiciales que ocasionan serios daños a la naturaleza y, por ende, a los seres humanos. Ellos son los pirómanos, que se deleitan jugando con el fuego y provocan incendios en cerros, en colinas, parques y avenidas de las ciudades.
Todos esos ciudadanos, que actúan por decisión propia o enviados por gente maquiavélica, deben ser denunciados y detenidos, ya que su accionar puede causar muertes, así como daños de bienes materiales, como viviendas, locales comerciales, vehículos, fábricas, etc.
¿Quién te hizo esto, ciudad amada?
En esta hora aciaga que vive la patria, las autoridades, los miembros de la fuerza pública y las propias autoridades municipales y provinciales deben unirse y no defender espacios de control visual por miles de cámaras instaladas en zonas urbanas y rurales, sin cumplir con el objetivo central: velar por la seguridad ciudadana.
De otro lado, las universidades, las pagadas por el Estado y las privadas, deben convocar a sus profesionales graduados y estudiantes de cursos superiores para que contribuyan con el actual Gobierno, sin interés político, para encontrar soluciones a la grave situación que atravesamos por la escasez de energía eléctrica que afecta a la colectividad en general y a la productividad del país.
Foro de lectores: ¿Qué sanciones deben aplicarse para quienes ocasionen incendios forestales? (O)
Cada profesional ecuatoriano, comprometido con la realidad nacional, debe ser solidario con la población y con el país, que sufre en estos momentos por la falta de previsión y mantenimiento de las millonarias centrales hidroeléctricas, especialmente, y por la falta de compromiso de los políticos de turno, para resolver problemas ocasionados por la erosión de los suelos, el cambio climático, la devastación de la flora y la fauna, el uso de contaminantes petroquímicos en vehículos e industrias que causan la polución del aire. (O)
Francisco Medina Manrique, periodista, Guayaquil