El panorama de una estructura inclinada y de hombres trabajando entre escombros piso a piso del edificio Fantasía se volvió cotidiano en los tres meses de su demolición. La estructura de catorce pisos que sufrió de hundimiento tuvo que ser derribada para evitar una desgracia en la avenida 9 de Octubre y calle Esmeraldas.
Esta edificación, de unos 50 años, fue intervenida a finales de junio pasado y este domingo, 20 de octubre, su demolición supera ya el 95 %: solo queda la planta baja con algunos detalles que demoler y reparaciones en estructuras vecinas para comenzar con la reapertura comercial y vial.
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El proceso de demolición del Fantasía se inició el pasado 29 de junio cuando el Municipio de Guayaquil instaló seis pilotes de 33 metros para asegurar el edificio, que tenía una peligrosa inclinación de al menos 40 centímetros.
Luego, el pasado 26 de agosto, se empezó a derribar el edificio desde la parte superior, con la vigilancia de las direcciones de Obras Públicas y Riesgos.
Álex Anchundia, director de Riesgos del Municipio, explicó que la demolición supera el 95 % y que en unas dos semanas ya estaría la zona lista para la reapertura comercial y vial.
Durante la semana anterior, con el apoyo de una retroexcavadora, obreros municipales retiraron estructuras y escombros del último piso del edificio Fantasía. Ya la estructura se ha esfumado del paisaje de ese tramo del bulevar 9 de Octubre.
Este domingo varios vecinos llegaron a ese sector para planificar las próximas reuniones que tendrán con la ATM y el Municipio para coordinar el proceso de reapertura del sector.
Gustavo Rivadeneira, vocero de ese sector, comentó que se cumplió con los tiempos de demolición, que se están solo viendo arreglos pequeños en viviendas aledañas, bordillos, etc., en esa zona.
“Nos da mucha alegría que esto ya llegue a su fin. Ahora solo nos basta que se concrete un redireccionamiento de buses, porque una de las causas que agravó la situación del edificio Fantasía, y esto está comprobado, es el eterno sismo que provocaban los 800 buses que pasaban por la calle Esmeraldas”, dijo el vocero.
Agregó que ninguna calle del sector podría soportar el paso de 800 unidades de buses diarias y que se deben distribuir entre las calles Esmeraldas y Los Ríos.
Añadió que los vecinos están muy atentos a la reapertura comercial, no solo por el factor económico, sino porque la falta de movimiento en el sector provocó que la delincuencia y los consumidores incrementen su presencia en ese sitio.
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Rivadeneira comentó que ahora podrán retomar los comercios en ese sitio y se podrán habitar los edificios continuos que fueron desalojados.
Para este lunes, 21 de octubre, se tiene previsto que se reúnan funcionarios del Municipio, tanto de Obras Públicas como de Riesgos, con representantes de los vecinos del sector para conocer el proceso posterior al derrocamiento de este edificio, que ya solo quedará como parte de la historia del centro de Guayaquil. (I)
