Es conocido el “infierno” que pasan los clubes de la segunda división del balompié ecuatoriano en busca de los dos cupos anuales de ascenso a la serie B, pero cada vez son más comunes las denuncias de los actores del Ascenso Nacional por casos de corrupción y sobornos.
Este torneo se juega en su fase decisiva con 64 clubes, representantes de las 21 provincias que cuentan con fútbol profesional en el país, y que tras cumplir torneos internos conocen sus representantes para el campeonato nacional que otorga dos cupos a la serie B.
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Se cumplieron el último fin de semana los juegos de ida de la fase de dieciseisavos de final y saltaron de inmediato denuncias de sobornos y hasta intimidaciones de las que fueron objeto los clubes.
Uno de los casos es el que presentó Huaquillas FC tras la derrota 5-1 en cancha de Naranja Mekánica (Guayas), denuncia presentada por medio de un comunicado en sus redes sociales.
En el escrito, el club fronterizo señaló que sus futbolistas recibieron “llamadas, mensajes, intimidaciones, ofertas de contrato, dinero y demás (…) dejando al descubierto las artimañas con las que actúan ciertos deportistas”.
También Luz Valdivia Fútbol Club se expresó en iguales términos tras el 5-0 recibido por La Unión, en Pujilí, Cotopaxi.
El club de Santa Elena lamentó “el comportamiento antideportivo”, en referencia a los “actos de corrupción e irregularidades” en el partido.
En los dos casos, se tomaron medidas internas “drásticas” que incluyen la separación de jugadores, mientras otros están “en investigación”.
Huaquillas y Luz Valdivia exhortaron a la Federación Ecuatoriana de Fútbol para que “vigile el desarrollo del torneo, a fin de evitar que estos actos se repitan”, para no ver “afectado el progreso del fútbol ecuatoriano”.
En el caso presentado por Huaquillas, la directiva de Naranja Mekánica respondió por la misma vía y en su comunicado cuestionó las acusaciones del cuadro orense.
“Nos sentimos profundamente decepcionados por las declaraciones que ponen en duda nuestro comportamiento ético y profesional”, publicó el cuadro guayaquileño, que rechazó la versión del Huaquillas FC “sobre el comportamiento de la hinchada y amedrentación a sus jugadores”, con un anticipo de lo que sería una acción legal “para proteger el nombre de nuestra institución y reputación”, dice el comunicado de Naranja Mekánica.
Casos pasados
Este tipo de eventos no son nuevos en el Ascenso Nacional. En 2019 se dio el caso con un marcador “escalofriante”, el 25-0 que el Deportivo La Paz le propinó en Manta al Club Carlos Borbor (Santa Elena) y que le sirvió para clasificar de fase en el torneo de la Segunda Categoría, caso que no pasó desapercibido por la Secretaría Nacional Anticorrupción ni por la Federación Ecuatoriana de Fútbol (FEF), que inició una investigación del caso.
También en 2023 hubo polémica, esta vez con un intento de soborno al equipo arbitral que dirigió el juego entre Deportivo Quevedo y Leones del Norte (Imbabura).
Escándalos en el Ascenso Nacional:
El juego se disputó en el estadio 7 de Octubre, en Quevedo, y a su llegada el equipo arbitral fue sorprendido por dos personas que dejaron un particular encargo de parte de la ciudadanía, paquete que no tenía opción a ser devuelto, según relató Luis Muentes, presidente de la agremiación de árbitros.
En el primer caso, la Ecuafútbol excluyó al club Carlos Borbor por un año de todas sus competencias, en el segundo no se conocieron responsables. (D)