Si Daniel Noboa fuera un “ciudadano normal”, también estaría “cabreado” con el presidente de la República por los apagones, señaló el jefe de Estado el pasado domingo, 27 de octubre del 2024, en una entrevista en el canal incautado TC Televisión. Por eso está consciente de que este tema le ha afectado en sus aspiraciones electorales para el 2025.
Pero Noboa aseguró que la gente no se está yendo con otras opciones presidenciales, sino que está “resentida” con él y está buscando una razón “para seguir confiando en este Gobierno… y se la vamos a dar”, afirmó el mandatario, quien busca la reelección cobijado por su novel movimiento, Acción Democrática Nacional (ADN), lista 7.
Agregó que el hecho de que no haya salido en los noticiarios en las últimas semanas para explicar lo que está sucediendo no quiere decir que no esté trabajando. “La gente sabe que no es nuestra culpa (la crisis energética), pero quiere ver acciones… Esto se va a resolver pronto”, dijo él, asegurando que en diciembre la situación se habrá resuelto.
Dos analistas consultados por este Diario sostienen que, en efecto, la población se siente frustrada por la problemática energética, que la ha afectado tanto en sus actividades económicas como en su cotidianeidad del hogar, y que seguramente encauzará esa inconformidad en las urnas.
La politóloga Tatiana Quinga cita recientes encuestas de la empresa Perfiles de Opinión, que señalan que el 62 % de los entrevistados responsabiliza al Gobierno por la crisis energética, a la par que el pesimismo de la población se ubica en el 72 %.
“Solo con ese escenario es posible ver un panorama de presión hacia Noboa desde el electorado. Es decir, como en el Ecuador todo cambia día a día, si el presidente logra cumplir con su ofrecimiento de no más apagones hasta diciembre, es probable que su popularidad vaya en ascenso, ya que la prioridad de la gente ahora es volver a la ‘normalidad’ (…). Sin embargo, tras una lista de ‘promesas incumplidas’ desde la vocería del Gobierno, si se llega a diciembre sin la solución a la crisis, entonces sí habría un escenario con una alta probabilidad de voto castigo para Noboa”, opinó Quinga.
A la par, también es importante ver cómo los otros candidatos presidenciales abanderan o no el tema. Hasta el momento, según la especialista, “no hay mayor participación de su parte en este tema, y eso en alguna medida le favorece a Noboa, porque él sigue siendo el que toma las decisiones, el que se equivoca y el que corrige”. No hay una oposición que tome una postura más o menos clara sobre el tema, agrega.
En la entrevista, el mismo Noboa criticó que el resto de aspirantes a Carondelet se crea experto en materia energética cuando hace dos meses nadie hablaba de ello.
Quinga considera que la vocería de Noboa tendría que tomar un giro con mayor protagonismo pensando en las posibles decisiones para el futuro.
“El espacio de entrevista del domingo era clave para informar puntualmente sobre la situación de las hidroeléctricas, los siguientes pasos y algunas otras soluciones, pero fue evidente que se trató de una entrevista pregrabada, con nada de condumio para enfrentar la crisis. Es decir, no hay una vocería estratégica que le permita a la ciudadanía sentirse al menos con la seguridad de que hay alguien frente a la crisis energética”, comentó.
El consultor político Ignacio Loor indicó, en tanto, que el presidente Noboa “se tardó mucho tiempo en salir a hablar del tema y, cuando lo hizo, dio una información errónea diciendo que los cortes iban a reducirse paulatinamente de ocho a cuatro horas”. Apenas días después los horarios aumentaron a catorce horas.
Eso no puede pasar, señaló, porque el manejo de una crisis requiere certezas para evitar daños en lo que es el oxígeno para los políticos: la credibilidad.
“Lo que también espera la gente en una crisis como esta es que su líder tenga empatía, que no desconozca la problemática, que no la maquille y que le presente una hoja de ruta a seguir con acciones concretas para responderla. Si el problema energético se va a alargar, otras problemáticas van a profundizarse, y me refiero a la crisis económica, aumento del desempleo, pérdida del poder adquisitivo, y también a la sensación de un aumento de la percepción de inseguridad. Entonces, la gente va a empezar a preguntarse cuáles van a ser las políticas públicas emergentes en torno a estos temas”, analiza Loor.
A su criterio, la única forma de intentar controlar los daños de imagen que ha traído esta crisis a Noboa es con acciones concretas y un mejor manejo desde lo comunicacional. (I)