Una lectora se refiere a mi columna del anterior lunes, 28 de octubre del 2024, en que puntualicé que para que en el Ecuador haya lugar a la esperanza será esencial evidenciar –y sancionar– a la corrupción, a las conductas permisivas y encubridoras de esta y a los actores, beneficiarios y protectores de su realización, y expresa: “Los sapos se mimetizan, adoptan apariencias para que los crean honestos, hay que desmimetizarlos”.
Bases para la esperanza
Hay animales que se mimetizan, para así depredar y/o para evitar que los coman otros animales, el camaleón, entre otros. La palabra “sapos” de la lectora supongo que se refiere a personas y que es en el sentido de “sabidos”, “habilidosos”.
Lo más probable es que se legisle con la mejor intención, pero los “sabidos”, mimetizando sus actuaciones, forjan ilícitos.
Casos son los de las formas externas o solemnidades en concursos –estamos viendo los amañados para designar ministros de la Corte Nacional de Justicia– y los de actuaciones notariales en que se exigen firmas, huellas digitales y fotos del momento de las actuaciones, pero notarios deshonestos –que son los menos– se dan habilidades para la deshonestidad.
Un remezón necesario
Otro ejemplo, para evitar que haya facturaciones truchas se estableció la emisión electrónica, correcta decisión, en toda compra puede verla, caso por caso, con autorización del SRI, registrándose en su texto el número de autorización y emisión, con fecha y hora, minutos y segundos de autorización, y la “clave de acceso” imposible de falsear. Pero la verificación de lo que se factura no se da, cualquier cosa puede escribirse, y de hecho, esto se produce cuando hay ilicitud. De evidenciarse esta, algún día, va a argumentarse: “Hubo factura autorizada por el SRI”.
En los hechos, los deshonestos usan las formas para lo lícito, en los ilícitos, para presentarse con careta de honestos.
Una perla. Por petición de acreedores, los notarios están autorizados para notificar a deudores, verificando persona a ser notificada y domicilio, solo para constituirlos en mora, no son cobradores. En un caso no solo no hubo verificación alguna, sino que además el notario dio tiempo hasta las 9 a. m. de un día, en plenos apagones, cuando el Código Civil señala que plazos y términos deben ser hasta la medianoche del último día, salvo norma legal específica en contrario o acuerdo explícito de voluntades de las partes, no por habilidad de un acreedor y servilismo de un notario.
‘Premier league’ de las tiranías
En lo societario también hay ilícitos que se presentan como habilidades. Una práctica repetida es de compañías cuasi quebradas que son declaradas en liquidación, los terceros no lo conocen, el liquidador no inscribe su nombramiento, con lo cual los responsables dolosos, culposos o simplemente ineficientes, que sean los últimos administradores y representantes legales, siguen manejando las compañías, y esto por años, colocando “sorbetes” para aprovecharse de activos o para que aparezcan falsos acreedores, en perjuicio de los reales acreedores. El art. 392 de la Ley de Compañías de cese de administradores y entrega de información y libros, en cinco días al liquidador, es burlado en forma crónica e insolente. (O)