En Ecuador, según la Agencia Nacional de Tránsito (ANT), la segunda causa para la muerte de personas son los siniestros de tránsito. Las estadísticas hasta el octavo mes de 2024, presentadas por la entidad reguladora, indican que distracciones como el celular, pantallas de video, comida, maquillaje o cualquier otro elemento distractor puede llevar a conducir desatento a las condiciones de tránsito.
Del número anteriormente mencionado, un total de 2.848 casos de este tipo han llevado a lesiones derivadas del siniestro de tránsito, es decir un 23,9 %.
Para Diego Naranjo, profesor de conducción de la escuela Aneta, este tipo de distracciones se pueden dividir en tres tipos: visual, manual y mental.
De acuerdo con el experto, esto es muy perjudicial para el curso del conductor. “Cuando tengo una distracción, lo que hace esto es quitar la atención de la vía. Un buen conductor, por el contrario, es quien va leyendo constantemente las señales de tránsito. Cuando nos distraemos, evidentemente las probabilidades de ocasionar un siniestro aumentan”, explica.
Accidentes de tránsito: un desafío global que requiere acción
Para lidiar con esta problemática, Naranjo sugiere avisar a otras personas que estará al volante como conductor y prohibir estrictamente cualquier tipo de distracción. “Si por alguna razón no logra hacerlo, puede parquear el vehículo, orillarse y realizar la conversación telefónica”, indica.
Otro de los distractores silenciosos que puede derivar en siniestros de tránsito son los audífonos o también conocidos como manos libres, ya que no representan una distracción manual pero sí mental. Lo que podría generar una tensión mental también.
Con el fin de concientizar a la población, entidades como la Organización de las Naciones Unidas instan a los Gobiernos a reflexionar sobre la gravedad de estos incidentes, promoviendo acciones preventivas para salvar vidas.
Los siniestros de tránsito son la segunda causa por la que mueren las personas en Ecuador, según ANT
Asimismo, como objetivos principales, la ONU destaca la necesidad de reconocer el trabajo de los servicios de emergencia, señalar la respuesta legal insuficiente ante las muertes y lesiones en la vía, y abogar por mayor apoyo a las víctimas y sus familias. De esta misma forma, se busca fomentar acciones basadas en evidencia para prevenir y reducir la mortalidad en siniestros de tránsito.
Otra de las consignas a lograr es resaltar la importante de la educación vial como herramienta para capacitar a la población y promover un comportamiento seguro en la vía pública, ya sea como peatones, pasajeros o conductores. (I)