La búsqueda de los bancos de energía (power banks) y UPS se incrementó desde hace dos fines de semana con los cambios en la programación de cortes de luz a doce horas a escala nacional.
Vendedores de la Bahía, zona comercial del centro de Guayaquil, mencionan que la demanda, si bien se mantenía desde que se iniciaron los apagones en septiembre, había disminuido levemente en la última semana tras el anuncio de reducción de los racionamientos.
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Desde el sábado 9 hasta la tarde del lunes 11 de noviembre, una comerciante, que tiene su local en la calle Colón y Malecón, indicó que vendió todo su stock de UPS y mini-UPS. Estos aparatos son solicitados por los clientes para conectar los rúteres y las computadoras portátiles durante los cortes y así mantenerse operativos.
“Había bajado un poco la demanda y ahora otra vez la gente se alocó y volvió a pedir. Nosotros también esta semana que bajaron los cortes aprovechamos para comprar y tener en bodega para ofrecer, porque esto hasta finales de octubre se agotó y estábamos hasta con plata en mano porque hubo gente que pagó para asegurar”, indicó.
El último lote que llegó a gran parte de los comercios entre el pasado jueves y sábado registró un incremento de precios. La llegada de los artículos también fue limitada, pues a ciertos locales arribó el pedido incompleto.
Sitios que habían solicitado hasta 30 de estos artefactos recibieron la mitad y a un precio más alto.
UPS que se ofrecían $ 80 y $ 100 pasaron a venderse en $ 120 y $ 180. Los mini-UPS se cotizan hasta en $ 60 y $ 80, dependiendo de la capacidad. En algunos sitios de la Bahía y zonas del centro de Guayaquil, los power banks siguen agotados.
“¡Llegaron los UPS!, llévelos antes de que se acaben”, voceaba el vendedor de un local ubicado en la calle Chimborazo.
En diferentes locales se ofertan UPS de 500 VA (voltios-amperios), de 1.000 VA y hasta 2.000. Cada uno con autonomía que va desde dos hasta seis horas, afirman vendedores.
“Como la gente se dio cuenta de que los cortes van a seguir de largo ya están buscando más los equipos grandes, los que se puedan conectar más cosas. Aquí ya viene gente que tiene sus power banks, pero quieren algo más estable”, contó Luis Chancán, quien labora en un local de artículos de tecnología en la calle Colón.
Para Chancán, la necesidad también ha dañado el mercado. El colaborador afirma que, en las últimas semanas, han nacido negocios que traen aparatos falsificados que se venden como originales y a precios elevados.
“Les dicen a la gente que es un UPS mejor que el que ofrecen en otros locales, con más capacidad, y finalmente son equipos ‘chimbos’ que no tienen garantía. Aquí ya ha venido mucha gente a buscar nuevos equipos luego de haber gastado más de $ 100 en esos que son falsificados”, contó.
Usuarios que llegan a locales del centro señalan que la necesidad hace que una persona adquiera los productos así sea a precios elevados. Marianela Pizarro había recorrido todo el fin de semana diferentes zonas de la Bahía y del norte de Guayaquil para encontrar el mejor precio de dos UPS que requiere para su casa y oficina.
En locales del norte, indicó, cotizó equipos en más de $ 150. En la Bahía, aunque esperó hallar artefactos a menor precio, encontró solo rebajas entre $ 10 y $ 20.
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“No es que en el centro está barato, todo está caro porque entiendo ellos tampoco tienen mucho en bodega. A uno le dicen: compre ahora porque no se sabe si mañana vaya a encontrar. Pues eso me pasó hoy (lunes) que fui al norte, al mismo sitio que había cotizado el UPS el sábado y ya no lo encontré”, manifestó.
Fernando Montiel, quien tiene planificado adquirir uno de estos bancos de energía en estos días, dijo que las autoridades deberían hacer un control de precios de estos artículos que ahora son demandados.
“Como lo hicieron en tiempo de pandemia para las mascarillas o para los medicamentos. Los cortes nos tienen en una emergencia, pero no por eso la gente debe aprovechar y subir los precios como si no hubiera mañana”, puntualizó. (I)