Siempre que se acerca el final de una competición reaparece un eufemismo familiar: el “matemáticamente hablando”. “Matemáticamente hablando” todo es posible, incluso que Perú -el colista- clasifique de manera directa al Mundial. “Futbolísticamente hablando” es otra cosa. Ahí la ilusión se fundamenta en el juego. Perú debería ganar los seis partidos que restan para aspirar al sexto puesto. Y los de arriba perder tupido. Pero, ¿cómo podría lograr tal proeza un equipo que no hace goles…? Ha marcado sólo 3 veces en 12 juegos, a una media de 0,25 y nadie gana 0,25 a cero. Hay que anotar al menos uno. Y esos tres tantos fueron marcados por dos zagueros centrales y un centrocampista. Su delantero principal, Paolo Guerrero, es un hombre de 41 años (los cumple en 40 días). De modo que el “matemáticamente hablando” carece de cualquier sustento.
La Eliminatoria puede dividirse en tres tercios de seis fechas cada uno. Ya se han disputado dos tercios y queda uno -18 puntos-, pero todo indica que los seis cupos directos al Mundial 2026 ya están grabados en piedra, son Argentina, Uruguay, Ecuador, Colombia, Brasil y Paraguay. Los cuatro restantes deberán pelear el 7° puesto, el del repechaje. Es posible que muchos partidos del próximo año sean “amistosos por puntos”, porque en ellos no se jugará nada relevante. Por ejemplo, el Argentina-Brasil. La Eliminatoria se fue de vacaciones hasta el 20 de marzo, dejando mucho retazo.
Bombazo. El triunfo de Ecuador sobre Colombia en Barranquilla con diez hombres. Espectacular es poco. Logrado con las armas que son su sostén habitual: la Defensa de Oro y su Goleador de Oro. Enner Valencia, hace poco abucheado en Quito, convirtió un gol de esos que no se olvidan, corajeando entre cinco, gambeteando y clavando un zurdazo bajo desde fuera del área al eficientísimo arquero Camilo Vargas. Gol que lo define como jugador: bravo, fuerte, decidido, guapo. Luego, la retaguardia aguantó todo, como es costumbre, por algo tiene la valla menos vencida de la competencia, porque es la que mejor la defiende: 4 caídas en 12 partidos. Y hace cinco fechas que no le convierten. Nadie le hizo más de un gol a Ecuador.
Puntos. Ecuador figura en las posiciones con 19 unidades, pero lo real es que consiguió 22. Los tres menos corresponden a una penalidad. Eso es lo que debe considerarse ante un análisis de rendimiento.
Creencia. Por regla general, en Colombia existe la idea de que en futbol se es más que Ecuador, pero, al menos en la última década, esto no se refleja en resultados. Ni en clubes ni en selecciones. Es justicia decir que Colombia creó muchas situaciones de gol, sin embargo, fallarlas no es un mérito. Sí son meritorias las tapadas del arquero Hernán Galíndez, ya definitivamente dueño del puesto en la Tricolor sin discusión, muy por encima de Ramírez o Domínguez.
Retorno. En la última doble jornada Ecuador recuperó a Gonzalo Plata, un creativo que puede ser importante en lo sucesivo. Tuvo muchos altibajos en su carrera, pero a los 24 años está en la edad perfecta para asentarse y ser la figura grande que prometía en el Sub-20 campeón sudamericano. Dos goles a Bolivia y mucha participación en la generación de juego. En Barranquilla robó la pelota que terminó en el gol de Enner Valencia. Era justo lo que Ecuador necesitaba: creación, armado. Y lo ayudan Alan Minda y Pedro Vite, ambos muy interesantes.
Nocáut. La doble jornada para Colombia, con cero punto de cosecha. Frente a Uruguay cayendo en el minuto 100, ante Ecuador jugando 66 minutos con uno más. Esto de la ventaja numérica ya le pasó con Bolivia, contra el que estuvo 82 minutos once frente a diez y cayó 1 a 0. Para Néstor Lorenzo, hay que barajar y dar de nuevo. Para muchos jugadores, auscultarse, ver qué están haciendo mal. Y recuperar la humildad. Luis Díaz debe encontrar en la selección al jugador del Liverpool. James está sin fútbol. Otros, como Richard Ríos y Jhon Jader Durán, bajar al llano. Desde la semifinal de la Copa América -triunfo 1-0 sobre Uruguay-, Colombia no ha vuelto a brillar, a gustar, a convencer.
Defensivo. El fútbol tiene dos fases: defensa y ataque. Perú, o su técnico Jorge Fossati, muestran una sola: la primera. Así es imposible. Frente a Argentina, se olvidó que había otro arco enfrente, no pateó. Puso línea de cinco pegada al arquero Gallese y, delante de ella, otra de cuatro, tres volantes y Valera, un “delantero”, corriendo a todos los argentinos. Como decía un viejo entrenador argentino, muy especulativo él, “ocho atrás y dos defendiendo”.
Generación. Salvo una patriada solitaria como la de Enner Valencia, para que haya gol primero debe haber situación de gol. Ante Perú, otra vez Messi inventó una jugada por izquierda y puso el pase decisivo para la chilena de costado de Lautaro Martínez. Maravillosa definición de la estrella del Inter, que alcanzó a Maradona en goles de selección: 32. Y aún tiene 27 años, Lautaro, puede sumar muchos más.
Recambio. Argentina mejoró ante Perú su famélica producción con Paraguay. Pero le falta frescura en ataque, creatividad, maniobras claras de gol. Igual, mantiene su seriedad competitiva. Lionel Scaloni adelantó que para 2025 habrá jugadores nuevos. “Los que no jueguen en sus equipos, a partir de ahora va a correr de atrás”, declaró. Hay tres apuntados que pueden perder su silla: Enzo Fernández, ya suplente fijo en el Chelsea, Leandro Paredes y Gonzalo Montiel, estos sin lugar en la Roma y en el Sevilla. Además, Argentina ya está virtualmente clasificada y debe utilizar todo el 2025 para probar variantes y nombres nuevos de cara al Mundial.
Estadística. La de Vinicius en esta Eliminatoria: 7 partidos, 0 gol, 0 asistencia, un penal fallado. En el Real Madrid consideran un escándalo que no haya ganado el Balón de Oro, en Brasil no tanto.
Caída. La de Venezuela. Terrible. Al pararse el Premundial para disputarse la Copa América marchaba cuarto con 9 puntos y buen fútbol. Incluso en la Copa de Estados Unidos ganó invicto su grupo e invicto se retiró tras caer por penales ante Canadá. Pero el retorno a la Eliminatoria fue pésimo: 3 puntos sobre 12. Y recibiendo 12 goles. Lo insólito es que esos tres puntitos que sumó fueron ante los más difíciles: tres empates con Uruguay, Argentina y Brasil. Hoy está octavo con 12 unidades. Una campaña inexplicable.
Volver. El verbo que conjuga Uruguay. Pasada la “tormenta Suárez”, recuperó el ánimo y logró una victoria tan sanadora como postrera ante Colombia y un empate con sabor a bueno ante Brasil en Bahía. Uruguay tuvo que lidiar en este segundo tercio del clasificatorio con una inusual cantidad de lesiones y suspensiones. Al regreso de la Copa América debió enfrentar a Paraguay sin doce elementos que habitualmente son titulares o alternan. En marzo, cuando se reanude la marcha, tendrá seguramente a todos disponibles y se tornará aún más duro.
Bombazo II. El de Paraguay. Desde que asumió Gustavo Alfaro fueron seis enfrentamientos con 3 victorias (Brasil, Venezuela, Argentina) y 3 empates (Uruguay, Ecuador, Bolivia). Un invicto inimaginable. Con un agregado: había marcado un solo gol en los primeros seis juegos. En los segundos anotó 7. Una diferencia abismal de resultados, de motivación, de confianza en su juego. Consagratorio lo de Alfaro. Muchos lo postulan: “Alfaro presidente”. (O)