El Adviento es el período de preparación espiritual que antecede a la Navidad en el calendario litúrgico cristiano. Es una temporada de espera, esperanza y reflexión en la que los fieles se preparan para celebrar el nacimiento de Jesucristo y, a la vez, reflexionan sobre su regreso al final de los tiempos.
Una tradición emblemática de esta época es el encendido de las velas del Adviento: cinco en total, tres moradas, una rosada y una blanca, que simbolizan las etapas del camino espiritual hacia la llegada de Jesús.
En 2024, el segundo domingo de Adviento se celebrará el 8 de diciembre, día en que se enciende la segunda vela acompañada de oraciones, ya sea en familia o con amigos.
Oración para el segundo domingo de Adviento.
Todos: Hacen la Señal de la Cruz.
Ambientación: Al iniciar este segundo domingo de Adviento nos hemos reunido alrededor de la corona para dejarnos iluminar por la Palabra de Dios y rezar en familia, esperando con alegría que Jesús nazca en nuestro corazón.
Oración inicial: “Señor Jesús, estamos cerca de vivir un gran acontecimiento: tu nacimiento en medio de nosotros. Juan el Bautista anunció tu llegada pidiendo a los hombres que se arrepintieran de corazón. Hoy, nosotros, arrepentidos, te pedimos perdón a Ti, que vives yreinas por los siglos de los siglos. Amén”.Canto: Entonamos una estrofa de algún canto de Adviento
Oración frente a la corona: (algún integrante de la familia enciendela segunda vela morada, además de la semana anterior). “Los profetas mantenían encendida la esperanza de Israel. Nosotros, como un símbolo, encendemos estas dos velas. El viejo tronco estáre brotando, florece el desierto. La humildad entera se estremece porque Dios se ha sembrado en nuestra carne. Que cada uno de nosotros, Señor, te abra su vida para que brotes, para que florezcas, para que nazcas y mantengas en nuestro corazón encendida la esperanza. ¡Ven pronto, Señor. Ven, Salvador!”
Canto: Entonamos otra estrofa del canto
Lectura del Evangelio: Lucas 3:1-6.
Guía: Palabra de Dios
Todos: Te alabamos, Señor
Meditación: Meditamos en silencio las palabras de Juan el Bautista y dialogamos en familia con esta pregunta: ¿Qué piedras encontramos en el caminoa nuestro corazón que le impiden llegar a Jesús? ¿Por qué es necesaria la conversión para el perdón de los pecados?
Peticiones: A cada petición respondemos: ¡Señor, cambia nuestro corazón!
Rezamos juntos: 1 Padrenuestro y 1 Avemaría.
Oración final: “Querida Virgen María, Tú sabes que nuestro camino al corazón está lleno de piedras, que no dejan que tu Hijo Jesús pueda venir a nosotros. Te pedimos tu ayuda para sacar estos obstáculos del camino y permitir que Él pueda nacer en nosotros esta Navidad. Amén”. (I)