Los rebeldes sirios avanzan hacia Damasco tras una ofensiva fulgurante que en poco más de una semana les ha llevado a hacerse con el control de las principales ciudades de Siria y amenazar la superviencia del régimen del presidente Bashar al Assad.
Después de tomar el pasado sábado Alepo, la segunda ciudad más grande del país, esta semana cayó Hama y ahora los rebeldes aseguran tener el control de Homs, a menos de 200 kilómetros de la capital.
Una fuente del Departamento de Estado de EE.UU. le dijo a la cadena CBS, socia de la BBC, que “Damasco está cayendo suburbio a suburbio” ante la ofensiva insurgente.
Al mismo tiempo, la oficina del presidente Al Assad desmintió que este hubiera abandonado la capital y el ministro del Interior, Mohamed al-Rahmoun, aseguró que “hay un cordón de seguridad y militar muy fuerte” en torno a Damasco y “nadie puede penetrar esta línea defensiva que las fuerzas armadas están construyendo”.
La ofensiva de los últimos días ha revolucionado la guerra siria, que parecía bajo control del presidente Al Assad, ahora muy amenazado.
El ataque es dirigido por el grupo militante islamista Hayat Tahrir al-Sham (HTS), que cuenta con una larga historia involucrado en el conflicto sirio.
¿Quiénes conforman Hayat Tahrir al-Sham?
El grupo HTS se creó en 2011 bajo el nombre Jabhat al-Nusra, como afiliado de Al Qaeda.
El líder del grupo autodenominado Estado Islámico (EI), Abu Bakr al-Baghdadi, también participó en su formación.
Se lo consideraba uno de los grupos más eficaces y mortíferos entre los alzados contra el presidente Assad.
Pero su ideología yihadista parecía ser su fuerza motriz, mucho más que su fervor revolucionario, y en aquel momento se consideraba opositora a la principal coalición rebelde bajo la bandera de Siria Libre.
En 2016, el líder del grupo, Abu Mohammed al-Jawlani, rompió filas públicamente con Al Qaeda, disolvió Jabhat al-Nusra y creó una nueva organización, que adoptó el nombre de Hayat Tahrir al-Sham cuando se fusionó con otros grupos similares un año después.
¿Quién controlaba Siria?
En los últimos cuatro años había dado la sensación de que la guerra en Siria estaba prácticamente terminada.
El control del gobierno del presidente Bashar Al Assad era casi indiscutible en las principales ciudades del país, aunque otras partes de Siria seguían fuera de su dominio directo.
Entre ellas se encuentran las zonas de mayoría kurda en el este, que han estado más o menos separadas del control del Estado sirio desde los primeros años del conflicto.
En el sur, donde comenzó la revolución contra el régimen de Al Assad en 2011, se han producido disturbios continuos, aunque relativamente acotados.
En el vasto desierto sirio, los reductos del grupo autodenominado Estado Islámico siguen representando una amenaza para la seguridad, sobre todo durante la temporada de recolección de trufa, cuando la gente se dirige a la zona en busca de esta rentable exquisitez.
Y en el noroeste, la provincia de Idlib ha estado bajo el control de grupos yihadistas y rebeldes que fueron desplazados allí en el apogeo de la guerra.
La fuerza HTS es la dominante en Idlib, desde donde lanzó el ataque sorpresa contra Alepo hace una semana.
Feroces luchas internas
Durante varios años, Idlib permaneció como campo de batalla mientras las fuerzas del gobierno sirio intentaban recuperar el control.
Sin embargo, un acuerdo de alto el fuego en 2020, mediado por Rusia, que ha sido durante mucho tiempo el principal aliado de AlAssad, y Turquía, que ha respaldado a los rebeldes, se ha mantenido en pie en gran medida.
Alrededor de cuatro millones de personas viven en Idblid, la mayoría desplazadas de pueblos y ciudades que las fuerzas de Assad recuperaron de los rebeldes en una brutal guerra de desgaste.
Alepo fue uno de los campos de batalla más sangrientos de la guerra en Siria y representó una de las mayores derrotas de los rebeldes.
Para lograr la victoria, Assad dependió del poder aéreo ruso y de la ayuda militar iraní sobre el campo de batalla, principalmente a través de milicias patrocinadas por Teherán.
Entre estas se encontraba Hezbolá.
El revés sufrido por Hezbolá recientemente debido a la ofensiva israelí en Líbano, así como los ataques israelíes contra comandantes militares iraníes en Siria, ha jugado un papel significativo en la decisión de los grupos yihadistas y rebeldes en Idlib de lanzar su sorpresivo e inesperado ataque sobre Alepo que ahora los sitúa a las puertas de Damasco.
El poder militar ruso se encuentra ahora volcado en la guerra de Ucrania y no hay hasta ahora indicios de que vaya a prestar el apoyo decisivo a Al Assad que le dio en otras fases del conflicto.
Desde hace algún tiempo, HTS ha establecido su base de poder en Idlib, donde está la administración local de facto, aunque sus esfuerzos por obtener legitimidad se han visto empañados por presuntos abusos a los derechos humanos.
HTS También ha estado involucrado en intensos enfrentamientos internos con otros grupos.
Sus ambiciones más allá de Idlib se habían vuelto poco claras.
Desde que rompió con Al Qaeda, su objetivo se ha limitado a tratar de establecer un régimen islamista fundamentalista en Siria, en lugar de un califato más amplio, como intentó sin éxito el Estado Islámico.
El grupo no había mostrado grandes signos de intentar reavivar el conflicto sirio a gran escala ni renovar su desafío al dominio de Assad sobre gran parte del país.
Pero eso ha cambiado totalmente en solo unos días.
Información adicional de Maia Davies.
*Esta nota se publicó inicialmente el 30 de noviembre de 2024 y fue actualizada con información sobre el avance de los rebeldes sirios hacia Damasco el 7 de diciembre.