León Roldós: Las versiones direccionadas | Columnistas | Opinión

A fin de intentar credibilidad, sobre acontecimientos que se dieron o se estén dando, se elaboran y repiten versiones cargadas de intencionalidad en lo que interesa a los que las elaboran y a los que las difunden como que fueran ciertas.

Más preocupante cuando se le da presentación de informe de investigación realizada. A su vez, la politización como respuesta contamina más los casos, se evidencia que más que llegar a la verdad, interesa sacar provecho.

El caso del informe de la Junta de Investigaciones sobre la tragedia aérea en que murieron Jaime Roldós Aguilera, Martha Bucaram Ortiz y quienes los acompañaban, el 24 de mayo de 1981, es evidencia de esa práctica, de inmediato alteraron los indicios del sitio de la tragedia, desarmaron partes y piezas del avión siniestrado y se las llevaron, para en una semana elaborar el informe que interesaba publicitar para supuestamente dar tranquilidad al país.

Se señaló que posiblemente hubo falla del piloto, coronel Marco Andrade Buitrón, tachando así a un piloto de excelencia.

Verdad que después se abrieron procesos de investigación, pero sobre lo que ya había sido alterado. Desde la primera semana de junio de 1981 acusé alteración de indicios, para en una semana elaborar un informe, a fin de querer generar credibilidad.

En los días que vivimos se da la desaparición de cuatro menores de edad –entre 11 y 15 años– del sector de las Malvinas, en el sur de Guayaquil, quienes el pasado 8 de diciembre se habrían unido con otros menores para jugar fútbol, en sus planteles de estudio eran conocidos por su afición a esa práctica y eran buenos alumnos, que habrían corrido quizás por no tener documentos, habiendo la versión infamante de que estaban asaltando, sin que haya prueba de aquello, y que uno tenía tatuajes. Miles de jóvenes y adolescentes de los diversos estratos económicos y sociales se han hecho tatuajes, lo que no significa que todo tatuado sea delincuente.

Los detuvieron en el sur de Guayaquil y los habrían dejado cerca de Taura, a poco menos de 50 km y una hora de distancia, supuestamente por pedido de ellos. Las informaciones desde sectores de gobierno con contradicciones y repeticiones de versiones infamantes son inaceptables, como también las manipulaciones políticas. El expresidente Correa aparece en espacio de publicidad, al abrir medios en versiones digitales, que inicia con “maldito niño rico…” y otros calificativos sobre la actuación de las Fuerzas Armadas en la seguridad interna, generalizando la tacha a todo el conjunto de aquellas, lo cual motiva la respuesta de supuesta vinculación del poder narco, que se ve perseguido por el gobierno de Noboa y la Fiscalía, con fuerzas políticas del país.

Debe haber una investigación responsable, rechazarse la ligereza de dar versiones infamantes para supuestamente explicar por qué se detuvo a los menores y luego los abandonaron, así como la manipulación política.

Debe ser de responsabilidad penal –y agravante– dar a conciencia versiones no verificadas y querer generar credibilidades que confunden, peor si son infamantes y más graves si alteran indicios. (O)

Fuente

Comparte esta noticia