Un grupo de turistas ecuatorianos que visitaba Cartagena, el 1 de enero, fue víctima de un robo de casi $3 500 en un yate turístico.

Todo empezó cuando la familia decidió alquilar un yate privado a través de una agencia turística para visitar islas cercanas. “Pagamos la mitad con anticipación, y la otra mitad el día del paseo. Ya habíamos usado la agencia antes y nos había ido bien”, narra Juana Ramírez, una de las afectadas.

El día del viaje partieron junto a dos tripulantes desde islas del Rosario hacia isla Cholón, donde estuvieron media hora aproximadamente. Luego, decidieron trasladarse a isla Azul.

‘En el bote llevábamos pacas de agua y cerveza. Mi familia, que siempre ha sido amable, les dijo a los dos tripulantes, de 35 y 15 años aproximadamente, que podían tomar las bebidas’, cuenta Ramírez. Al llegar a su destino, la familia de ecuatorianos se bajó del yate llevando todas sus pertenencias.

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Sin embargo, el cuñado de Ramírez decidió esconder su billetera entre las pacas de agua antes de nadar en el mar. ‘Como era una embarcación privada y solo estábamos nosotros, él prefirió dejarla allí para que no se le mojara’, continúa la joven. No obstante, 20 minutos después, al celular de su familiar le llegaron notificaciones preocupantes: dos consumos de su tarjeta de débito de $ 1.200 y $ 1.300 respectivamente.

‘Los consumos solo decían Bold – Restaurante El Cartagena y nos asustamos porque no habíamos ido a ningún comedor’, comenta Ramírez. Bold es una empresa colombiana que proporciona servicios de datáfonos móviles más pequeños que un datafast común, para realizar pagos y transacciones.

Preocupada, la familia volvió al yate urgentemente donde comprobaron que la billetera y sus tarjetas estaban en su lugar. Sin embargo, les pidieron a los tripulantes que los llevasen de vuelta a Cartagena. “Nos dio miedo enfrentarlos en ese momento porque nos podían dejar botados en la isla”, dice Juana.

Al llegar a la ciudad llamaron a la Policía de Turismo de Cartagena y enfrentaron a ambos tripulantes, sin embargo, los uniformados les indicaron que no podían hacer nada en el momento pues no era un delito fragante. “Lo que se nos hizo muy raro es que 20 minutos antes de los hechos uno de los tripulantes nos llamó cinco veces para saber dónde estábamos, pero no contestamos el teléfono”, narra Ramírez.

Al día siguiente de los incidentes, la familia se llevó una sorpresa más cuando se dieron cuenta que también se había realizado un consumo de la tarjeta de crédito. ‘Cuando vimos la notificación, notamos que también habían gastado más de $ 800 de la otra tarjeta de mi cuñado’, comenta la afectada.

Ramírez y su familia presumen que los tripulantes habrían sacado las tarjetas de la embarcación mientras ellos estaban en el mar para realizar consumos en un restaurante cercano, y así asaltar a los turistas en complicidad.

“Nadie nos daba solución así que decidí exponer el caso en redes sociales, y cuando se viralizó me escribió el alcalde de Cartagena”, indica la joven. Dumek Turbay, autoridad de la ciudad, le facilitó los números para contactarse con la Secretaría de Turismo y la Dirección de Investigación Criminal (DIJN), quienes le aseguraron a la familia que ya estaban realizando las investigaciones correspondientes.

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Mientras tanto, ellos se contactaron con su banco, quienes les indicaron que solo podían devolver el monto de $ 800 de la tarjeta de crédito pues tenía seguro. “Nos dijeron que los consumos fueron aprobados por el lector de chip del datáfono, así que no era responsabilidad de la institución”, indica Ramírez. Además, las únicas notificaciones que les llegaron fueron por parte de la aplicación de banca virtual, más no por correo electrónico ni mensaje de texto.

Mientras tanto, la familia indica que no les han devuelto el dinero a pesar de que el alcalde publicó, a través de su cuenta de X, que ya dieron con el paradero de los presuntos estafadores y que se está procediendo a la devolución de los valores.

“Sale diciendo que nos solucionaron, pero no nos han devuelto ni un dólar. Le he escrito por interno pero me dejó de responder”, narra Juana, quien también dice que la última actualización que les dieron del robo es que las autoridades están esperando que se asigne un fiscal al caso para poder conocer el nombre del establecimiento donde se hicieron los consumos. (I)