El Foro Mundial Bananero (FMB) es una instancia internacional de encuentro de representantes de todos los actores de la gran cadena de valor, allí se convocan asociaciones de productores, exportadores, técnicos, delegados gubernamentales, navieros, maduradores y comercializadores al por menor (léase supermercados y centros de mercadeo), que se reúnen periódicamente a debatir sobre temas cruciales del banano y plátano, espacio democrático de libre acceso que ha adquirido una relevante importancia desde que es auspiciado por la FAO, dándole respetabilidad con decisiones que podrían convertirse en vinculantes si diese un paso más, dentro de la política global por la trascendencia de la fruta en lo económico, laboral y ambiental.
Ha sido de general beneplácito la nominación de copresidente del principal estamento de decisión del foro, recaída en el Eco. José Antonio Hidalgo, director ejecutivo de AEBE, compartiendo responsabilidades con Marike Peña, representante de la Coordinadora Latinoamericana de Comercio Justo (Clarc), dignidad concretada luego de un estricto proceso político y posición unánime de los países bananeros latinoamericanos, pináculo de una carrera gremial sin mácula del dirigente ecuatoriano y un indiscutible homenaje a una nación que ha luchado duramente por mantenerse por décadas en el primer lugar de las exportaciones, venciendo obstáculos de toda índole, como plagas, enfermedades, estragos del cambio climático, aumentos desmedidos de tarifas de fletes e insumos, una pavorosa pandemia, impactos de guerras ajenas a su entorno, ataques de mafias nacionales e internacionales, sin la debida compensación en el valor intrínseco de la incomparable fruta que continúa siendo desde hace muchos años la más barata del planeta.
Estos nombramientos han roto la costumbre de las designaciones elitistas que reflejaban el estado de dominación y control bananero de los grandes comercializadores que manejaban el foro, esta vez recayendo en auténticos líderes y voceros de pequeños productores antes marginados, que además se han destacado por la permanente defensa de precios justos y equitativos a favor de los eslabones más débiles de la vigorosa cadena de musáceas, que asumen ahora inmensos desafíos que no asustan a nuestro compatriota, entre los que se destaca el necesario incremento de la cotización a niveles acordes con los costos reales y las exigencias de consumidores que demandan un alimento fresco e inocuo que a la vez cumpla con todos los parámetros sociales y ambientales, como salarios apropiados para los trabajadores y agricultores cuando ambos representan apenas el 12 % de la cadena de valor, marginándose los minoristas (supermercados y tiendas) el 40 % del negocio, lo cual es una relación inicua que la instancia unitaria (FMB) aspira a corregir, siguiendo la filosofía del comercio justo (fairtrade).
Las fuerzas bananeras ecuatorianas deben continuar los cultivos con la eficacia de siempre, en el entendido de que el mundo está girando hacia el reconocimiento del esfuerzo impregnado y que pronto habrá una distribución equitativa de beneficios que depara tan noble actividad económica. (O)
