En medio de la campaña electoral, la Comisión Nacional Anticorrupción de la sociedad civil hizo un llamado a las funciones e instituciones del Estado a cumplir su rol y a los actores políticos a diferenciar la contienda electoral con la “aberrante” conducta del odio.
En un comunicado posteado en su red social X, la Comisión Anticorrupción, llamó a los candidatos no dislocar al país en un falso ambiente de polarizaciones que solamente restringe la discusión y que deja de lado las opiniones provenientes de la diversidad social y política. Consideran que el proceso eleccionario ha constituido el escenario para que se evidencien conductas preocupantes para la democracia.
Por un lado, añade la organización de la sociedad civil, hay sectores interesados en participar electoralmente y promover la impunidad de quienes han sido sentenciados por corrupción. De otra parte, han emergido tintes autoritarios expresados en la imposición de una autoridad nacional; al pretender no solicitar licencia de los cargos públicos para intervenir en la campaña electoral, “con el silencio encubridor del Consejo Electoral”.
Las circunstancias señaladas, han servido para que en el Ecuador se propicie un debate mediático y de coyuntura, que ha pospuesto el tratamiento de los problemas fundamentales que afectan las condiciones de vida de los ecuatorianos y que se han agravado por la presencia del crimen organizado, por la notoria conducta de una estructura de justicia que, en muchos casos, ha estado al servicio de la corruptela y, también, por las omisiones de los organismos de control en cuanto al cumplimiento de sus obligaciones, indica el comunicado titulado: “Ni la corrupción, ni la impunidad o el autoritarismo pueden tener cabida en el Ecuador”.
Tras hacer el llamado a las funciones e instituciones del Estado a cumplir su rol, los miembros de la Comisión Nacional Anticorrupción, señalan que de esa manera se fortalece la democracia, que no se expresa solo en los eventos eleccionarios, sino que debe estar enraizada en la cotidianidad de la sociedad civil, para que sus mandatarios se sometan a ella y respondan a las acuciantes dificultades de un Ecuador, en donde la verdadera asimetría se encuentra en los pocos que lo tienen todo y en los demás que no tienen nada. (I)