La Fiscalía General del Estado (FGE) informó que el tribunal del caso emitió sentencia contra Félix F. y Franklin Á. al ser responsables de la desaparición con muerte de Hernán Mendoza.
Los acusados deberán cumplir una pena de 34 años y 8 meses de prisión, luego de que se demostrara su culpabilidad en el crimen ocurrido el 26 de enero de 2024, en Quito.
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El caso de Hernán Mendoza conmocionó a la ciudadanía desde que se reportó su desaparición.
El joven, de 30 años, fue visto por última vez en el sector de La Pradera, en el norte de Quito, cuando decidió regresar a casa tras salir con un amigo, en cumplimiento del toque de queda establecido.
Según declaraciones de su acompañante, ambos fueron interceptados por presuntos antisociales que los obligaron a abordar un taxi. El amigo de Mendoza relató que fueron drogados con escopolamina y golpeados.
Él fue liberado horas después cerca del puente de Guápulo, pero de Hernán no se supo nada más hasta semanas después.
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El 28 de febrero, tras un mes de búsqueda, la Policía Nacional halló el cuerpo de Hernán Mendoza en las orillas del río Guayllabamba. La identificación se realizó mediante pericias dactiloscópicas.
Según las investigaciones, el joven habría sido víctima de una banda delictiva que utilizaba escopolamina para someter a sus víctimas, despojarlas de sus pertenencias y dejarlas abandonadas en distintos puntos de la ciudad.
La Fiscalía y la Policía trabajaron en conjunto para esclarecer este caso. El 10 de febrero lograron la detención de Franklin Á., quien sería uno de los principales sospechosos.
Posteriormente, las indagaciones llevaron a identificar a Félix F. como su cómplice. Ambos enfrentaron un proceso penal que concluyó con la sentencia dictada este miércoles, 15 de enero.
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Hernán Mendoza, ingeniero en Telecomunicaciones, era descrito por sus familiares como un joven alegre, trabajador y comprometido. Residía en Cuenca, donde desempeñaba su labor profesional, pero viajaba con frecuencia a Quito para visitar a su familia y amigos.
Su trágica muerte generó indignación y reavivó el debate sobre la inseguridad en la capital ecuatoriana. (I)