Alexander Lukashenko, reelecto en Bielorrusia para un séptimo periodo | Internacional | Noticias

La aplastante victoria del bielorruso Alexandr Lukashenko en las elecciones presidenciales del domingo es una inmejorable noticia para el Kremlin, que necesita a su satélite para ganar la guerra en Ucrania y como parapeto ante el avance de la OTAN.

“En estas elecciones intentamos hacerlo todo de forma tan democrática que ni siquiera nuestros enemigos más acérrimos pudieran echarnos algo en cara”, dijo Lukashenko el lunes al reunirse con observadores rusos.

El presidente ruso, Vladímir Putin, no tardó en felicitar esta mañana al septuagenario mandatario bielorruso, quien prometió que su primera visita al exterior será a la vecina Rusia.

“Lo contrario sería incomprensible”, dijo Lukashenko, en el poder desde 1994.

Lukashenko: Yo o la guerra

El dictador, como él mismo se define, centró su campaña electoral en la paz y seguridad, frente a la amenaza de la guerra en el país vecino, Ucrania.

“Es mejor la dictadura bielorrusa que la democracia ucraniana”, proclamó.

El lema de “yo o el caos” cuajó entre los bielorrusos, aunque fue Lukashenko quien realmente los puso en peligro al ceder el territorio de su país para la intervención militar rusa en febrero de 2022.

Y es que los bielorrusos tienen muy presente la brutal destrucción causada por la Gran Guerra Patria (1941-45) y la ocupación alemana, que dejó a la entonces república socialista soviética en ruinas.

“Yo nunca quise la guerra”, replica, aunque, fiel a su carácter contradictorio, adelantó que pronto recibirá los misiles balísticos hipersónicos Oreshnik.

Incluso, para sorpresa de todos, sugirió que serían emplazados cerca de la región rusa de Smolensk.

Bielorrusia niega fraude electoral

“En estos momentos no hemos recibido, sea de los ciudadanos o de los observadores, quejas sobre violaciones de la legislación electoral durante la votación o el escrutinio que pudieran haber influido en los resultados electorales”, dijo Ígor Karpenko, presidente de la Comisión Electoral Central (CEC), en rueda de prensa.

Subrayó que tanto la campaña como la votación, en la que participaron 5.916.195 bielorrusos -un 85,69 % de los casi 7 millones de censados-, transcurrieron en el marco de la ley.

Lukashenko, que fue reelegido para un séptimo mandato presidencial, sumó 5.136.293 sufragios, es decir, el 86,82 % de las papeletas, el mejor resultado de los últimos 30 años.

“Ninguna elección en Bielorrusia había sido considerada democrática, ni presidenciales ni parlamentarias. Pero por primera vez 38 países condenaron la votación por anticipado. La cosa estaba tan mal, que todos entendieron que se trataba de una operación especial para que Lukashenko se mantuviera en el poder”, comentó a EFE Anatoli Lebedkó, histórico dirigente opositor.

La oposición, cuyos dirigentes están en la cárcel o en el exilio, pidió a sus partidarios marcar una cruz en la opción Contra Todos, que fue a la postre la segunda más votada con el 3,60 % de los sufragios.

“Medio millón de personas se vieron privadas del derecho al voto porque las autoridades se negaron a habilitar colegios en el extranjero», denunció Lebedkó.

En cuanto a los otros cuatro candidatos. El comunista Serguéi Sirankov logró el 3,21 %, seguido por Oleg Gaudukévich con el 2,02 %.

La única candidata que criticó durante la campaña a Lukashenko, la abogada Anna Kanopátskaya, sumó un 1,86 %; mientras el último en discordia, Alexandr Jizhniak, consiguió un 1,74 %.

“Antes, por lo menos, en las papeletas había algún candidato opositor o neutral. Esta vez no ha habido alternativa. Todos los candidatos trabajaron para la reelección del presidente”, precisó el opositor desde Lituania.

Putin y Xi respaldan a su aliado

Putin felicitó esta mañana a Lukashenko por su “convincente victoria” con un resultado dos puntos peor que el logrado por el jefe del Kremlin en marzo de 2024.

“La convincente victoria en las elecciones demuestra claramente su alta autoridad política, así como el indudable apoyo de la población al rumbo estatal que está siguiendo Bielorrusia”, dijo en su mensaje.

Mientras, el Kremlin emitió también su veredicto: “Fueron unas elecciones absolutamente legítimas, bien organizadas y transparentes”.

“En cuanto a las voces provenientes de Occidente, era algo bastante previsible. No consideramos posible prestarles atención”, afirmó Dmitri Peskov, portavoz del Kremlin.

A Lukashenko también le felicitaron sus otros aliados, el chino Xi Jinping, y países latinoamericanos como la Venezuela de su admirado Hugo Chávez.

Sin taquígrafos occidentales

Las elecciones transcurrieron sin taquígrafos occidentales, es decir, los observadores de la OSCE, que, al igual que hace cinco años, fueron invitados en el último momento y no acudieron a la cita.

“Vino quien quiso”, dijo Lukashenko, quien agregó que Minsk invitó a diputados de muchos países europeos.

“Nosotros no vinimos a buscar ningún defecto y después gritar que las elecciones no fueron ni democráticas ni abiertas y demás. Vinimos como amigos”, dijo Serguéi Lébedev, jefe de la misión de observadores de la postsoviética Comunidad de Estados Independientes (CEI).

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