Una de las personas más influyentes en las redes sociales de Italia, Chiara Ferragni, ha sido acusada de fraude agravado tras vender pandoros y huevos de Pascua con supuestos fines benéficos.

Ferragni y la empresa de confitería Balocco han sido acusados por la Autoridad Antimonopolio de Italia de una campaña engañosa por vender el pandoro ‘Navidad rosa’ a más del doble de su precio original.

La citación directa fue emitida este miércoles 29 de enero por la Fiscalía de Milán a los abogados de la influencer, Giuseppe Iannaccone y Marcello Bana, quienes insisten en que su cliente “no ha cometido ningún delito”.

También han sido citados por fraude agravado el ex gerente de Ferragni, Fabio Damato, así como Alessandra Balocco, directora general de la empresa, y Francesco Cannillo, representante de Dolci Preziosi.

Según medios de comunicación italianos, los abogados de Chiara Ferragni afirmaron: “Seguimos firmemente convencidos de que este asunto no tiene relevancia penal y que todos los perfiles controvertidos ya han sido abordados y resueltos ante la Autoridad de Competencia y Mercado”.

“La discusión con los fiscales no tuvo el resultado deseado y el Ministerio Público prefirió diferir cualquier decisión al juez de primera instancia a pesar de la evidente ausencia de conducta constitutiva de delito penal y la falta de condiciones para proceder. La inocencia de nuestra acusada ciertamente se comprobará ante los tribunales, lo que afrontaremos con calma”, concluyeron.

Mientras tanto, Ferragni también ha emitido un comunicado en el que afirma: “Creí sinceramente que no era necesario realizar un juicio para demostrar que nunca engañé a nadie. Lamentablemente tendré que vivir con esta acusación, que considero profundamente injusta, durante algún tiempo todavía, pero estoy dispuesta a luchar con mayor determinación para demostrar mi absoluta inocencia”.

Después de ser declarada responsable por la Autoridad Antimonopolio de Italia de engañar a los consumidores sobre el pandoro ‘Navidad rosa’, Ferragni y la empresa de confitería fueron multados con más de 1 millón de euros.

Según la autoridad, la campaña había hecho creer a los consumidores que, comprando un pandoro, contribuirían a donar fondos al hospital infantil Regina Margherita de Turín. En realidad, Balocco había pagado previamente 50.000 euros al hospital, seis meses antes de que saliera a la venta el producto. (E)