Críticas de Donald Trump, Elon Musk, Giorgia Meloni y otros obligaron al Comité Olímpico Internacional a salir en defensa de la boxeadora argelina, cuyos niveles de testosterona son altos | Otros Deportes | Deportes

Tras la polémica creada el jueves por el combate de Imane Khelif, la boxeadora argelina cuya participación fue criticada por no haber superado una prueba de género en 2023 debido a sus elevados niveles de testosterona, puede reavivarse este viernes luego de que la taiwanesa Lin Yu-ting, la otra boxeadora que fue excluida del campeonato del mundo del año pasado por el mismo motivo, debutase en los Juegos con una victoria.

El Comité Olímpico Internacional (COI), organizador del boxeo en París-2024 tras retirarle la autoridad a la federación internacional por sucesivos escándalos de sus dirigentes, volvió a salir en defensa de las dos deportistas: “No se trata de un caso de transexualidad”, recalcó el vocero Mark Adams en la conferencia de prensa diaria.

“No es transexualidad”

La argelina Imane Khelif “nació mujer, fue registrada como mujer, vive su vida como mujer, boxea como mujer”, reiteró.

Sin embargo, tras su combate con la italiana Angela Carini, que se retiró tras un puñado de segundos y luego de recibir golpes de su rival, fue muy criticado por dirigentes políticos, como la presidenta del Consejo de Ministros de Italia Giorgia Meloni, el candidato republicano a la Casa Blanca Donald Trump y el presidente argentino Javier Milei, así como personalidades como la extenista Martina Navratilova, la escritora JK Rowling o el empresario Elon Musk.

Trump, expresidente de EE. UU. que ahora busca volver a la Casa Blanca, manifestó que prometiendo “mantener a los hombres fuera de los deportes femeninos”.

La escritora J.K. Rowling, conocida por su saga de Harry Potter, utilizó su plataforma para criticar la situación: “¿Podría alguna imagen resumir mejor nuestro nuevo movimiento por los derechos de los hombres? La sonrisa de un hombre que sabe que está protegido por un establecimiento deportivo misógino que disfruta de la angustia de una mujer a la que acaba de golpear en la cabeza, y cuya ambición de vida acaba de hacer añicos”.

Por otro lado, Musk respaldó las palabras de la nadadora Riley Gaines, quien afirmó que “los hombres no pertenecen a los deportes femeninos”, mostrando su apoyo a través de Twitter/X con un rotundo: “Absolutamente”.

Meloni dijo que la competición “no fue una lucha igualitaria”. La primera ministra de Italia, de derechas, dijo que se opone a que atletas con características “genéticamente masculinas” compitan contra mujeres.

Y el tenista británico Andy Murray, adoptó una postura más moderada: “Nunca se debería haber permitido que esto sucediera. Traiga de vuelta la prueba de hisopo. El deporte tiene que ser justo y seguro para las mujeres biológicas”.

Otro tema que aún colea es el de la ceremonia de apertura, con los pasajes supuestamente referidos a la cultura cristiana y que fueron también muy criticados desde diversos sectores conservadores.

La fiscalía de París anunció la apertura de una investigación por ciberacoso al director artístico de la ceremonia Thomas Jolly, que presentó una querella por “mensajes de amenazas e injurias en las redes sociales criticando su orientación sexual y que erróneamente se le atribuyen orígenes israelíes”. (D)

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