Nosotros los indígenas no nos liberamos del yugo español por haber destruido nuestras costumbres religiosas, sociales y económicas. Nosotros nos rebelamos porque no nos permitían los españoles participar de su cultura occidental que narraba relatos de libertad, igualdad, fraternidad, capitalismo, elecciones y democracia. Queríamos gozar de lo mismo que un español.