La lucha contra la desinformación | Editoriales | Opinión

Combatir la desinformación. Esa fue la demanda que hizo el papa Francisco a los participantes de la 80.ª Asamblea Anual de la Sociedad Interamericana de Prensa (SIP) que se desarrolló en Córdoba, Argentina.

Mentir sin compasión

Y sí, es una tarea que en tiempos de tecnología se torna complicada para los medios de comunicación que con responsabilidad buscamos verificar una información antes de lanzarla a cualquier plataforma. La dificultad no tiene relación con el trabajo periodístico, sino más bien con la misma tecnología que pudiendo ser una aliada para el desarrollo también es mal utilizada para confundir, manipular, desinformar premeditadamente.

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Las audiencias están ávidas de información inmediata, su participación en redes sociales lo exige. Sin embargo, los periodistas no pueden ni deben presentar un dato que no han verificado.

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El luchar contra “el pecado de la desinformación”, como lo calificó el papa, no solo es tarea de los medios de comunicación o los periodistas. Los políticos tienen amplia responsabilidad en lo que postean, cuando son mentiras se caen por el peso de la verdad y cuando comparten una publicación tienen la obligación de haber hecho un trabajo de confirmación.

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Esta semana EL UNIVERSO debió aclarar una publicación que no se generó en este Diario y era compartida incluso por una asambleísta, inmediatamente ella eliminó la historia, lo que es correcto, pero pudo haberlo evitado si confirmaba antes de repostear algo. Los ciudadanos en general tenemos que afinar el reconocimiento de cuentas falsas o posteos engañosos.

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El pontífice se pudo referir a la desinformación como un pecado, que en concepto religioso es la transgresión de sus preceptos, pero la Real Academia de la Lengua Española también lo identifica como “cosa que se aparta de lo recto y justo, o que falta a lo que es debido” y en ese sentido es laico, alcanza a todos. Este Diario se esmera por contrarrestar la desinformación, en lo que todos, sin distinción de religiones o ideologías, debemos unirnos y comprometernos. (O)

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