El rápido calentamiento continuo en el Ártico puede estar relacionado con severos brotes de aire frío en el Reino Unido y partes cercanas de Europa, así como en América del Norte y Asia.
Un nuevo estudio, publicado en Environmental Research: Climate, concluye que, paradójicamente, a pesar del calor anormal a nivel mundial y especialmente en el Ártico, estos brotes pueden continuar y tal vez volverse más frecuentes en todo el hemisferio norte.
La investigación sugiere que la aparente paradoja se debe en parte a que la región del Ártico se calienta varias veces más rápido que el planeta en su conjunto, lo que se denomina “amplificación del Ártico”, detalla Europa Press.
El vórtice polar estratosférico es una masa de aire frío que gira y se forma muy por encima de la superficie del Ártico en respuesta a la gran diferencia de temperatura entre el norte y el sur que se desarrolla durante el invierno. Sin embargo, un vórtice más débil, que ocurre periódicamente y puede haberse vuelto más común en los últimos años, puede influir en la corriente en chorro que fluye más abajo en la atmósfera y más al sur. Una corriente en chorro interrumpida puede generar ciertas condiciones llamadas “bloqueo” que pueden hacer que bolsas de aire frío del Ártico se hundan mucho más al sur de lo habitual.
En esta revisión, el equipo evaluó investigaciones recientes para comprender mejor estas interacciones complicadas. Sus hallazgos podrían beneficiar la predicción estacional y la preparación para condiciones meteorológicas extremas, así como proporcionar una mayor comprensión del cambio climático.
“A pesar del fuerte calentamiento global en curso, las regiones de latitudes medias del hemisferio norte en Eurasia y América del Norte han seguido experimentando algunos brotes de aire frío sorprendentemente severos en invierno en los últimos 10 a 20 años, que han seguido causando importantes trastornos sociales y económicos y pueden parecer sorprendentes, ya que seguramente los extremos fríos deberían volverse mucho más raros con el cambio climático impulsado por los humanos”, explicó Edward Hanna, profesor de Ciencia del Clima y Meteorología en la Universidad de Lincoln y autor principal del estudio.
“El Ártico puede parecer irrelevante y lejano para la mayoría de las personas, pero nuestros hallazgos indican que los profundos cambios que se están produciendo allí podrían estar afectando a miles de millones de personas en todo el hemisferio norte”, agregó el especialista.
Jennifer Francis, científica sénior del Centro de Investigación Climática Woodwell (Massachusetts, EE. UU.) y coautora, comentó: “Aunque el planeta se está calentando y los récords de frío están cayendo con menos frecuencia, todavía estamos viendo olas de frío sorprendentemente severas que a veces duran muchos días e invaden regiones no acostumbradas al frío intenso”.
“Parece realmente contradictorio, pero habrá mucho hielo, nieve y aire gélido en el invierno ártico durante las próximas décadas, y ese frío puede desplazarse hacia el sur, hacia regiones densamente pobladas, debido a las olas de calor del Ártico”, indicó. (I)