El polo más activo ha sido el Medio Oriente. Hubo el feroz ataque de Hamás a Israel, quizás creyendo así mantener su presencia visible dentro del mundo árabe y en el interior de Gaza, y quizás evitar que varios sigan normalizando sus relaciones con Israel, no lo ha logrado y más bien despertó la consciencia contenida del pueblo judío que ha golpeado a Hamás, Hezbolá e Irán para de una vez aplastar ese odio tan profundo. Y ahora la caída de Bashar al Assad en Siria luego de 55 años de feroz dictadura familiar, ha movido las cartas sin que se sepa aún cómo se barajarán; son claros perdedores Irán y Rusia (que abandona otras zonas ante la necesidad de centrarse en Ucrania), Turquía aparentemente ha logrado objetivos pero tiene entre manos el tema de los kurdos (parte importante de los vencedores en Siria) y habrá que ver si surge un gobierno equilibrado o habrá una disputa peligrosa entre facciones disímiles, que hasta puede desembocar en un gobierno extremista. ¿Y para cuándo una paz duradera?
Ucrania sigue como un faro rojo inaceptable e increíble … ¿cómo es posible que en el corazón de Europa, en el siglo XXI, se generen aún este tipo de atroces conflictos? No tengo duda de que estamos en un mundo de enormes progresos tecnológicos y económicos, pero seguimos siendo en esencia los mismos cavernícolas con conflictos humanos básicos. Cualquier salida es compleja. ¿Putin retrocederá sin alguna victoria real? ¿Ucrania puede ceder algo de territorio luego de haberlo defendido con miles de vidas? ¿Seguirá como un conflicto de intensidad variable según las circunstancias?
En América Latina la incapacidad de desplazar al régimen de Maduro a pesar de sus continuos abusos, perdieron una elección, pero la manipularon y ahí siguen, penoso. Igual que la continua penetración de la narco-economía… Y en los EE. UU. la llegada de Trump que abre muchas interrogantes (una buena parte totalmente excesivas).
China sigue su camino hacia un régimen cada vez más autoritario con el presidente Xi, y su visión estratégica de ocupar espacios esenciales en el mundo. No nos dejemos engañar, la China no solo es pragmática, sino quiere recuperar su posición predominante del pasado (relativamente lejano) y vengarse de Occidente por los abusos que sufrieron. Pero eso no puede ser una razón para dejarle hacer su camino libremente, porque es un camino de manipulación y venta de un modelo que no es, para nada, un buen ejemplo.
Hay conflictos de mediana intensidad, sobre todo en África, que no por estar alejados de las noticias diarias son secundarios. Lo son humanamente, pero además estratégicamente sobre todo alrededor del Cuerno de África (lado nororiental) y su contraparte en la Península Arábica porque afectan el comercio mundial… no olvidemos que creemos habernos tornado virtuales, pero seguimos siendo en esencia físicos, con movilización de enormes cargas.
No sé si en este año habrá en algo avanzado la visión de Occidente en su defensa básica de los individuos frente al poder colectivo (de los políticos y de los demás) o es una batalla que se sigue perdiendo lenta e inexorablemente (Javier Milei en Argentina es, ojalá, una esperanza de que sí se puede), como una derrota profunda de la humanidad. (O)