Área de trasplantes y más camas se habilitarán para pacientes con cáncer en hospital público de Quito | Ecuador | Noticias

Una torre oncológica tiene como proyecto de construcción el hospital Eugenio Espejo, que pertenece al Ministerio de Salud Pública (MSP), ubicado en el centro-norte de Quito, a largo plazo.

Carlos Veintimilla, director médico del hospital y cirujano oncólogo, señaló que hay la necesidad múltiple de pacientes oncohematológicos que padecen enfermedades catastróficas, por lo que se requieren camas y más espacio.

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Ingreso al área de hospitalización del hospital Eugenio Espejo, que se ubica en el centro-norte de Quito. Foto: El Universo

Por ello, en el piso 10 de esa casa de salud pública, donde estaba una bodega, se hizo una reconstrucción para la instalación de 36 camas.

Es decir, habría 64 camas para pacientes oncohematológicos, en tanto que en la parte posterior se implementa un programa para trasplante de médula ósea que no existía.

Esos procedimientos, que son realizados en el exterior, pueden tener un costo de unos $ 200.000, mientras que la atención en ese hospital podría llegar a $ 20.000.

Agregó que las derivaciones en ocasiones demoran mucho y las atenciones serían más pronto. Se han habilitado seis espacios para trasplante de médula ósea, cuya atención se iniciaría en enero.

La obra de reconstrucción se entregaría en la tercera semana de diciembre, a la espera también de personal para habilitar la nueva área, con lo que estaría lista en la primera semana de enero de 2025.

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Vista de las instalaciones de una nueva área para tratar cáncer. Foto: Cortesía

Se atendería a todos los pacientes con diagnósticos de cáncer, entre ellos tumores de pulmón, gástricos, de colon, de útero, ginecológicos, así como linfomas y leucemia. La inversión es de alrededor de un millón de dólares.

A corto plazo se prevé la instalación de un acelerador lineal, que es el equipo para radioterapia, con lo que el porcentaje de derivaciones bajaría a un 10 %. Actualmente es de un 80 %.

Con la tecnología implementada, Veintimilla sostuvo que ha mejorado el diagnóstico, lo que ha dado como resultado que haya más pacientes con cáncer.

Agregó que se puede atender a pacientes con cáncer en etapas tempranas y que potencialmente son curativas. También se ha activado una microred oncológica de la Zona 9, que corresponde al Distrito Metropolitano de Quito (DMQ), que busca hallar pacientes en el primer nivel de atención, en los centros de salud.

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En el piso 10 del hospital Eugenio Espejo se hicieron readecuaciones para habilitar más de 30 camas. Foto: Cortesía

Para ello se hacen estudios específicos a fin de detectar las etapas tempranas, y gracias a esto el tiempo de derivación, que duraba de cuatro a seis meses para llegar al hospital, ahora es de una semana.

Esto, indicó, ayuda a reducir la incidencia de la radioterapia y quimioterapia.

La microred funciona con cáncer de cérvix, gástrico, próstata y de pulmón.

Se estima que al año se atienden alrededor de 800.000 pacientes con diagnóstico presuntivo y confirmados en esa casa de salud, aunque la mortalidad ha bajado.

Antes, explicó el galeno, la mortalidad por cáncer de mama no superaba los tres años; ahora, gracias a los nuevos tratamientos y controles, puede extenderse entre 8 y 10 años.

A largo plazo se planea la edificación de una torre oncológica, que se construiría en el parqueadero. Estimó que estaría lista en unos tres años.

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Mientras que un proyecto de investigación en el que participa la Universidad Católica revela que, en Ecuador, el tiempo promedio desde que los pacientes tienen síntomas o se detecta el problema en un servicio de salud hasta la confirmación del diagnóstico de cáncer es de 140 días, es decir, de cuatro a cinco meses.

Además, se observan demoras en el proceso de diagnóstico superiores a diez meses en 1 de cada 4 pacientes.

Otro resultado es que, en Ecuador, casi el 90 % de las pacientes con cáncer de mama se dieron cuenta de que tenían un problema de salud porque presentaban síntomas, lo que muestra la capacidad limitada del sistema de salud ecuatoriano para realizar detecciones tempranas.

“Cada día que pasa puede tener un impacto crítico en la salud y las oportunidades de tratamiento de los pacientes. Además del enorme costo económico y social para la sociedad”, indicó Andrés Peralta, investigador del Instituto de Salud Pública de esa universidad.

Algunas recomendaciones son aumentar de la presencia de médicos familiares en los centros de salud para fortalecer la sospecha diagnóstica e incrementar la capacidad resolutiva del segundo y tercer nivel de atención, incluyendo equipamiento y médicos especialistas en distintas áreas. (I)

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