Varias manifestaciones estallaron el martes en los barrios cristianos de Damasco en protesta por la quema de un árbol de Navidad en una localidad del centro de Siria, informó un periodista de AFP.
“Exigimos los derechos de los cristianos”, coreaban los manifestantes mientras marchaban en las calles de Damasco hacia la sede del Patriarcado Ortodoxo de Antioquía, la mayor confesión cristiana del país, en el barrio de Bab Charqi.
Llegados espontáneamente desde varios barrios, los manifestantes se reunieron para expresar su descontento y temor dos semanas después de que una coalición armada encabezada por islamistas derrocara al presidente Bashar al Asad.
El presidente depuesto se había erigido en protector de las minorías en un país predominantemente suní.
“Vinimos porque hay mucho sectarismo e injusticia contra los cristianos, bajo el pretexto de que son ‘casos aislados’”, declaró un manifestante identificado como Georges a la AFP. “Si no se nos permite vivir nuestra fe cristiana en nuestro país, entonces ya no pertenecemos aquí”, agregó.
Algunos de los manifestantes portaban cruces de madera, otros ondeaban la bandera siria de la independencia con tres estrellas, adoptada por las nuevas autoridades.
Earlier today, armed extremists set fire to a Christmas tree in Suqaylabiyah in Hama, Syria. Local channels say they were Uzbek militants.
HTS apologized for the incident and promised to deal with any future threats, but many Christians do not believe this will happen. pic.twitter.com/1Op98CUmTB
— The Cradle (@TheCradleMedia) December 23, 2024
Las manifestaciones estallaron tras la publicación en redes sociales de un video en que unos combatientes encapuchados incendiaban el árbol de Navidad de la localidad de Suqaylabiyah, de mayoría cristiana, cerca de Hama.
Según el Observatorio Sirio de los Derechos Humanos, los combatientes eran extranjeros del grupo yihadista Ansar al Tawhid.
En otro video que se viralizó se observa a un dirigente religioso del grupo islamista radical Hayat Tahrir al Sham (HTS), en el poder, afirmando que los autores del acto “no eran sirios” y que serían castigados. (I)