Las autoridades sirias anunciaron este miércoles un toque de queda en las ciudades de Homs (centro) y las provincias costeras de Latakia y Tartus tras protestas y choques entre efectivos de seguridad y seguidores de la rama chií alauí, a la que pertenece el depuesto presidente sirio, Bachar al Asad, donde se ha informado de víctimas mortales, según diversas fuentes.
“Rogamos a todos los civiles en la ciudad de Homs permanecer en sus casas y evitar salir de ellas entre las 18.00h de esta tarde (15.00 GMT) y las 08.00 de la mañana” del jueves, se indica en un comunicado de la Administración de esa ciudad.
Según fuentes locales, el toque de queda fue impuesto también en las localidades de Jabla y Banyas, en la provincia mediterránea de Tartus, donde el Ministerio de Interior del Gobierno interino informó en un comunicado de “violentos enfrentamientos” y “varios muertos y heridos”, sin dar a conocer un número exacto.
Fuentes locales aseguraron, por su parte, que dos personas murieron en enfrentamientos en Tartus, mientras que el Observatorio sirio de Derechos Humanos indicó a EFE que al menos seis personas perdieron la vida en choques registrados en las afueras de esa gobernación.
El Mando de Operaciones Militares, de la coalición insurgente que derrocó a Al Asad hace tres semanas, confirmó el toque de queda en Homs, sin referirse a protestas, en tanto aseguró que sus efectivos “mataron a un grupo de exmiembros del antiguo régimen que habían asediado en las afueras de Tartus”, sin precisar su número.
En una serie de escuetos comunicados en Telegram, el Mando de Operaciones también informó de que sus combatientes “han neutralizado un grupo ilegal en cercanías de Al Kardaha”, una localidad ubicada en las inmediaciones de la ciudad mediterránea de Latakia.
Por otro lado, apuntó que refuerzos militares han sido enviados a Homs, a unos 140 kilómetros al norte de Damasco, así como a Latakia y Tartus donde “han iniciado una operación de peinado”, y avisó: “golpearemos con puño de hierro a cualquiera que se atreva a desestabilizar o crear caos en Siria”.
El objetivo es “establecer la seguridad y exigir responsabilidades a los remanentes del antiguo régimen que intentan desestabilizar la seguridad y aterrorizar a la población en algunas zonas de la costa siria”, recalcó en uno de los comunicados.
El Observatorio sirio de Derechos Humanos, con sede en el Reino Unido y una amplia red de colaboradores en el terreno, destacó por su parte que tanto Homs como Latakia y Tartus fueron escenario hoy de manifestaciones por centenares de sirios alauíes en protesta por el incendio por desconocidos de una tumba de un ulema de esa rama chií del islam.
Las protestas tuvieron lugar tras la circulación en las redes de varios vídeos con imágenes del incendio de la tumba, en la ciudad de Alepo (norte), del jeque Abu Abdulá al Khusaiby, uno de los santuarios religiosos de los alauíes.
“Confirmamos que el vídeo que circula es antiguo, data del período de la liberación de Alepo, y (el incendio) fue provocado por grupos desconocidos”, dijo el Ministerio de Interior.
Consideró que la difusión del video “tiene como objetivo sembrar el conflicto entre el pueblo sirio en esta fase tan delicada por la que atraviesa Siria”.
Aseveró también que “algunos remanentes del antiguo régimen en la costa siria intentaron aprovechar los rumores y atacaron a nuestras fuerzas (…), lo que provocó varios mártires y heridos”, sin especificar.
Tartus y Latakia son dos ciudades con mayoría de población perteneciente a la rama alauí, del depuesto Bachar al Asad, cuyo régimen fue derrocado el pasado día 8 por una coalición de facciones insurgentes lideradas por el islamista Organismo de Liberación del Levante (HTS, en árabe).
Según dijo a EFE Rami Abdelrahman, director del observatorio sirio, la aldea de Jirbet Al Maaza, en Tartus, fue escenario, “antes de las protestas” de “violentos enfrentamientos” entre efectivos del Mando de Operaciones y “un grupo armado de los habitantes que rechazaban el registro de sus casas”.
“Seis personas murieron” en esos enfrentamientos, según Abdelrahman.
El observatorio aseguró posteriormente, en un comunicado, que “las fuerzas de seguridad rodearon Jirbat al Maaza, arrestaron a decenas de personas y las llevaron a un centro de seguridad, en medio de informaciones sobre otros muertos y heridos”. (I)