Gustavo Cortez Galecio: ‘Que hablen…’ | Columnistas | Opinión

La política de antaño tenía claro algo que los candidatos y dignatarios solían poner a prueba, con éxito, algunos, o profundos reveses, otros. Es una estrategia surgida de la sabiduría popular: que hablen de ellos, bien o mal, pero que hablen. Solo ahí se podía medir fehacientemente si el personaje era a prueba de balas, revestido de teflón, o si sus asesores, menos almidonados que los de ahora, lograban que se calle y se esconda, para evitar desgastes.

En paralelo, las grandes marcas comerciales, aquellas que han optado siempre por las narrativas felices, ocasionalmente prueban esa coraza de confianza acercándose a temas polémicos, o guiones cinematográficos en los que servirán de escudo en un tiroteo, o de lugar de trabajo del hampón. Para entonces debe haber llegado a ser tan fuerte la fidelidad de sus consumidores que el contexto negativo no deja mella, sino que, por lo contrario, les da un baño de realidad.

El dictador de decretos

Reflexiono esto al ver el arranque de la actual campaña electoral, que tendrá su momento de clímax el cercanísimo 9 de febrero. Desde antes mismo de su arranque, el presidente candidato ha estado en medio del debate público, relacionado con álgidos temas, como un horrendo y criminal abuso a menores, en el que se vincula a uniformados bajo su mando; el prolongado conflicto con una vicepresidenta que él mismo escogió y ahora quiere tener lejos; un posible desdén al orden establecido, al seguir gobernando pese a su candidatura; la crisis de los apagones, que no termina de apagarse; o polémicas con la Asamblea Nacional por los vetos a ciertas intenciones políticas.

Prendes la TV y casi medio noticiero, cualquiera de ellos, está dedicado a estos temas. Lees un periódico y es inevitable encontrar la sombra del mandatario detrás de muchas noticias. Y en los medios que ahora reinan, las redes sociales, la pelea está casada, dependiendo de cuáles sean sus audiencias: X (antes Twitter), fiel a sus orígenes y su trayectoria, sigue siendo el cuadrilátero donde mentes muy lúcidas, otras no tanto y un montón de trolls anónimos se enfrascan en agresivas batallas por la propiedad de la verdad, con cargas críticas en las que Noboa y su gobierno suelen estar en el centro. Luego miras las mismas temáticas en Facebook, la de los viejitos, de los boomers y los tíos, y encuentras menos pesimismo y más candor, al parecer propios de quienes se ubican más allá del bien y del mal. Y si quieres captar la parte divertida y jocosa de toda la temática nacional, te das un paseo por TikTok, donde la creatividad suele desbordarse así se trate del más álgido tema y vía de información de muchos centennials.

Ecuador en guerra política

Pero en todo lo anteriormente descrito, el Gobierno y su candidato siguen en el centro de la conversación. Y ha logrado (porque parecería estratégico) que sus rivales en la contienda, sobre todo los cuatro o cinco de la tropa de 16 que tienen algún impacto, no hablen sino de él. Bien o mal, pero que hablen, como repito, se dice desde tiempos de antaño. Lo que está por verse en las urnas es si su madurez política express lo ha vuelto o no resistente a estos embates, o si el oleaje verbal de la campaña, que sin duda irá creciendo, arrasa con sus intenciones. (O)

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